ARCANO MUNDO
Los díasde las gloriosas epopeyashan pasado:ya no veremoslevantarseel humo de las antorchasal piede lasescalinatasde lostemplosni las ninfas de blancas túnicasceñidas a la cinturavenirdescalzas y bronceadasa ofrecernosuna copa de vino–para siempresonrientesen sus ánforas de barro–vino y agua,flores y uvasen sus cestos de mimbre.Las nubescubren ya las cumbresde los montes......en los vallesningún fornido brazodetiene ya las lanzas con su escudoni conducela yunta de bueyes por la huella. De aquellos fieros guerrerosde piernas y brazosmusculososen épocas de pazya no se distinguen las bellas doncellasdelicadasy jóvenesy alegres.Son un puñadode tierra quebradiza que se escapa entre los dedos.La espada oxidada,los escudos abollados,los hilospodridosde la ropaentre trozos de vasijasrotas.Ya los tiempos de la famahan vueltola carahacia la bruma del Olimpo. Solo el almendroblanco de flores florece en las faldas de las colinas.Ha pasado la edaden que la cabezade la de Samotraciasoñabatiempos hermosos, añosen los quelas manos de la de Milo acariciabanlos torsosapolíneosde gloriososguerreros.El ánfora reseca,la cesta destejida.Los grandes poemasno cantan ya las hazañas de los terribles aquélidassino los horrores de las máquinas de guerra.No sonya el descanso del guerrero en medio de la batallasino la ira del tirano,los higos podridos,las flores marchitasen el polvo gris de la aridezde las piedras y escorpiones.Unas gárgolas sarcásticasse ríendesde lo altode los muros de la Edad de Piedraescupiéndonos el aguaaún más suciaque la lluvia del Cielo.Porque ya han vuelto los tiemposotra vez, oh señoresde la guerra,en que es más rentable construíredificios sólidos que resisten el paso de los neutronesno de los hombres,mis poemas ahora prefieren soñarcon la cabezade la Victoriade Samotraciaque acariciar con la manode una Venus como de Miloel torso, femenino casi,de estos jóvenes guerreros.