Antonio Cilloniz de la Guerra

...un inmóvil monumento a tu memoria

ELEGÍA A JESÚS BENÍTEZ VILLALBA

I

Así de afable, intrascendente-

mente, tú me contabas

que tu nombre en chino eran semillas de crisantemos...

También de mí decías

que te enseñé a vivir la muerte. ¿Lo recuerdas?

 

II

¿No habrá nada que aparte ya la muerte de tu vida

entre nosotros...?

 

III

De que me sirve ahora

esa lucidez crítica

y la virtuosidad en las palabras.

Deja pues que tu oído

descanse al borde de esta página

ya al margen de cualquier lirismo...

¡Así de emocionado!

 

IV

¡Solo me quedan

cenizas de unas pocas rosas,

que no tenemos voces

ni gestos para hablarnos;

y ni siquiera tiempo en que yo vuelva

a visitarte!

blog comments powered by Disqus