En primer lugar las inclusiones de Lauer y Cillóniz las consideramos pertinentes por ser la génesis de una "nueva poesía", de aparición posterior a las obras capitales de Cisneros e Hinostroza. [...] Antonio Cillóniz parece provocar una suerte de amnesia en nuestra crítica, llegando a ser un insigne segregado cultural, tal como el mismo Antonio señala. Pero mientras el olvido se cierne sobre el poeta éste persiste en su admirable fervor por lo poético, en Ceuta, España, habiendo escrito casi una treintena de libros, reunidos en tres volúmenes, donde se aprecia una asombrosa pluralidad en los "modos" (estilos, retóricas) a través de las cuales aborda tropos determinados. Desde un discurso abierto repliega su expresión hasta otro nuevo, críptico construyendo una obra que sorprende por su versatilidad de orfebre. Cada poema de Cillóniz constituye una unidad que, a su vez, se vuelve en arte y parte de una poética a la que me permito denominar como "caleidoscópica".